Los Hocinos de Martín
Un paseo por los desfiladeros y cascadas escondidas de Martín del Río
En el término municipal de Martín del Río se esconden dos de los parajes más sorprendentes y espectaculares de la comarca: el Hocino del Pajazo y el Hocino de la Rambla. Estos estrechos desfiladeros o hocinos, tallados en roca caliza por los afluentes del río Martín, combinan naturaleza salvaje, geología fascinante y accesibilidad para disfrutar en familia.
Ambos hocinos se forman por la acción del agua en materiales calcáreos del Jurásico, dando lugar a cañones con paredes verticales y formaciones únicas como la toba calcárea o piedra tosca, una roca porosa que se crea a partir de la precipitación de carbonato cálcico en zonas húmedas y sombrías.
Todo este conjunto natural ofrece un escenario perfecto para la aventura, la educación ambiental y la fotografía.
El Hocino del Pajazo
El Hocino del Pajazo debe su nombre al antiguo barrio de El Pajazo, una población ya desaparecida que se encontraba donde hoy se extiende el Embalse de las Parras, y cuyos cultivos, edificios y ermita, quedaron bajo las aguas tras la construcción de la presa. Se sitúa al sudoeste del núcleo urbano de Martín del Río, y recoge las aguas del río de las Parras, que nace en la sierra de San Just. Su acceso es muy sencillo: a la salida del pueblo, un cartel señaliza la pista hacia el Embalse de las Parras, una pequeña presa construida en 2014. Desde allí parte una ruta perfectamente señalizada como GR-262 (Sendero del río Martín), que bordea el embalse entre carrascas, quejigos y matorral, hasta llegar a los hocinos tras aproximadamente 4 km de marcha llana (1 hora). En el entorno también se conservan vestigios del pasado humano, como una pequeña necrópolis medieval con tumbas antropomorfas excavadas en la roca, y restos de antiguos colmenares tradicionales protegidos bajo oquedades.

Al acercarse, el paisaje se estrecha y el sendero se introduce en el Hocino del Pajazo, donde las paredes calizas se elevan encajonando el río. En época de lluvias o deshielo, el agua cae en un impresionante salto vertical de 14 metros conocido como la Cascada del Pajazo, visible desde un mirador natural. Un poco más arriba, en el término de las Parras de Martín, una pasarela de madera permite acceder a la joya oculta del lugar: el Pozo de las Palomas, una cascada que brota directamente desde el interior de una cueva en la roca, rodeada de musgo y vegetación húmeda. Este tramo es breve, muy atractivo y adecuado incluso para niños, siempre con precaución.

Lo más destacado del Hocino del Pajazo y su entorno:
- El embalse de las Parras y su entorno paisajístico.
- Cañón de caliza jurásica con travertinos y pasarelas.
- Necrópolis rupestre y restos de colmenares antiguos.
- Dos cascadas: la del Pajazo y el Pozo de las Palomas.
- Recorrido familiar: 8 km ida y vuelta aprox., sin gran desnivel.
El Hocino de la Rambla y el Pozo de las Televisiones
Al oeste del casco urbano y junto a la carretera N-211, parte la ruta hacia el Hocino de la Rambla, otra garganta fluvial modelada por el río de la Rambla. El acceso se realiza por una pista de tierra que arranca justo tras el cartel de salida del pueblo (dirección Vivel del Río) y lleva en coche hasta el inicio del sendero PR-TE 96, donde encontramos un cartel explicativo y zona para aparcar.
A partir de ahí comienza una ruta a pie de unos 4,2 km por trayecto (1 h 10 min), perfectamente señalizada, que discurre primero entre campos y luego se adentra progresivamente en el hocino.

El sendero avanza por el fondo del barranco, cruzando el río en varios puntos mediante puentes de madera, grapas metálicas, pasamanos y pequeñas pasarelas que añaden un toque de aventura sin dificultad técnica. La vegetación de ribera (chopos, sauces, juncos) contrasta con las moles calizas, y no es raro ver cabras montesas entre las paredes y buitres sobrevolando.

El punto culminante es el Pozo de las Televisiones, un rincón donde el agua cae entre grandes bloques, y en las paredes pueden verse unas cavidades rectangulares que, por su forma, recuerdan a antiguos televisores. Esta curiosidad dio nombre al salto de agua. La cascada marca actualmente el final de la ruta, ya que más allá el barranco se encajona totalmente y sólo es practicable mediante técnicas de barranquismo. No obstante, próximamente el hocino será transitable hasta su final, gracias a un proyecto municipal que prevé acondicionar unos 500 metros más de recorrido aguas arriba de la cascada. Este nuevo tramo incorporará peldaños, pasarelas y elementos de protección para facilitar el acceso y permitir completar una ruta circular retomando la PR-TE 96 por la parte superior del hocino hasta volver a su entrada.

Lo más destacado del Hocino de la Rambla:
- Sendero PR-TE 96, bien mantenido y equipado.
- Formaciones calizas, pasarelas, grapas y sirgas.
- Atractivo para niños con experiencia en senderismo.
- Cascada final con curiosas cavidades naturales.
- Recorrido: 8–8,5 km ida y vuelta, dificultad moderada.